domingo, 4 de abril de 2010

Viaje en tren

Como un tren a gran velocidad, que no se detiene, que recorre parajes soleados y desérticos, llenos de luz y colores cálidos, polvo en vez de tierra, matorrales en vez de árboles, ese color rojizo de un desierto cualquiera.
El tren avanza, ahora recorre la nieve que le deja paso, pero que no deja entrever la vegetación que allí hay, oculta bajo un manto blanco que proyecta la luz del sol. Se entreven rocas, paisajes montañosos y senderos muchas veces explorados, pero nuevos para otros muchos.

El vapor continúa saliendo del tren, las máquinas siguen funcionando, y puedes observar un mar que parece acaba en el cielo azul de tantas tardes de verano, un mar en calma, con algunas olas que a lo lejos hacen las veces de pequeños seres revoltosos que hacen saber su presencia.

Gaviotas que se oyen a lo lejos, los pescadores en el puerto, la marea sube, se inclina hacia el tren, pero no consigue tocarle, ni pararle, y el tren sigue su curso.
De pronto, el tren avanza como tirado por cordeles, para más tarde querer parar en ese paisaje, aquel que ahora mismo te viene a la mente, y que tanto te gustó.

Allí donde parece que cielo y mar desaparecen...

4 comentarios:

  1. Corre corre antes de que lo vean, vegetación con G y matorrales acabado en S. Muy bonito post, mola viajar en tren y además hacen chu-chu. Al próximo sitio que planteemos viaje iremos en tren ¿ok? ¡¡Sigue escribiendo!!

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  2. ¡¡Es chu chu chu chuuuuuli!!

    Imagínate si me gusta el tren que me fui a París en él...jejeje

    ¡Bonito post!

    Uy uy uy uy ya casi es tu cumple...

    ¡¡Besitos guapaaaa!!

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  3. Leyendo tu post me han entrado unas ganas increíbles de irme a la playa! sigue escribiendo así de bien! un beso

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  4. ¡¡Pero actualizaaaaaaaaaaaaaaaaaa que te quiero leer!! jejeje

    ¡Un beso pichoooooon!

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