Como una película en blanco y negro, con tonos amarillos entre las imágenes.
Él corría, impelido por el monstruoso ser que le perseguía, una mezcla entre hombre y bestia. No sabía como escapar, su corazón latía como si quisiera salir al exterior, dominado por la angustia de pensar que no podría escapar.
Como en una especie de cárcel, comenzó a correr por uno de los pasillos angostos que en forma de cuadrado asomaba al piso de abajo.
De pronto, una trampa inesperada, topó con uno de los pies del hombre, que intentándose zafar, quedó suspendido en el aire colgando boca abajo, tan sólo unido a una cadena por uno de sus pies.
El ser que le perseguía, acerco su enorme y deformado cuerpo al prisionero, y con una amplia y desagradable sonrisa en el rostro, sentenció la condena al hombre suspendido.
- "Has atentado contra el suelo" -dijo con su ronca voz. "No mereces otra cosa".
El muchacho, quien sólo sentía dolor en esos momentos, no quiso recurrir a la violencia, ya que ninguna treta podría hacer que escapase. Sabía que sólo tenía al alcance lo único en lo que creía firmemente, la experiencia del saber.
- Tu me condenas por atentar contra el suelo, pero no te das cuenta de todo lo que se vive sobre él- afirmó el hombre.
Queriendo hacerle ver lo que el monstruo ignoraba, el hombre siguió hablando.
- No te das cuenta, pero el suelo es aquel lugar en el que el hombre se ha creado, y ha avanzado su civilización. Paraisos maravillosos han surgido en él. Los hombres, sobre el mismo, han creado cultura, lenguaje, pero sobre todo, han experimentado emociones y sentimientos.
Se han amado, enternecido y llorado juntos, compartiendo un don tan preciado para el hombre como es el amor. El sentimiento, en la manifestación que sea, más grande que existe.
Y con estas palabras, el monstruo comprendió que el delito que le aplicaba al hombre había desaparecido.
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La imagen representa el Arcano XII del Tarot, "El colgado". Es un hombre suspendido de una cruz en forma de T con la cabeza hacia abajo. Las piernas forman una cruz y los brazos un triangulo. La madera de la cruz está en flor.
Representa la muerte del egoísmo, la muerte a las cosas de este mundo, el despertar del espíritu que da al hombre valor para ser capaz de sacrificarse por un bien mayor. La cara está relajada y en paz.
Representa la muerte del egoísmo, la muerte a las cosas de este mundo, el despertar del espíritu que da al hombre valor para ser capaz de sacrificarse por un bien mayor. La cara está relajada y en paz.
